El papa emérito Benedicto XVI, que fue elegido en 2005 y luego renunció el 28 de febrero de 2013, se convirtió ayer en el pontífice más longevo de la historia, al llegar a los 93 años, cuatro meses y 19 días.
Con el título de “Papa emérito” desde su renuncia, Benedicto XVI supera a partir de ayer a León XIII, el italiano Gioacchino Pecci, que gobernó la Iglesia desde 1878 hasta 1903 y vivió 93 años, cuatro meses y 18 días.
Joseph Ratzinger, nacido en la ciudad bávara de Marktl el 16 de abril de 1927, fue elegido el pontífice número 265 de la Iglesia en 2005, y renunció el 28 de febrero de 2013, dando lugar al cónclave que eligió a Jorge Bergoglio como el primer Papa latinoamericano, el 13 de marzo de ese año.
En abril pasado, el Papa emérito cumplió 93 años en medio de una cuarentena que lo mantuvo aislado en el monasterio en el que vive dentro de los jardines vaticanos y desde donde había manifestado su preocupación por la pandemia de coronavirus.
En junio, Ratzinger viajó hacia Alemania, en su primera salida de Italia desde 2012, para visitar a su hermano Georg, que falleció pocos días más tarde.
Recluido desde que renunció en el monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, Ratzinger se mantiene acompañado por su secretario personal, Georg Gaenswein, que fue parte de la reducida comitiva que lo acompañó a Alemania.
Con su salud definida como “una vela que está por apagarse”, desde hace años Ratzinger no salía del Vaticano desde julio de 2019, cuando, tras cuatro años recluido, recorrió la zona de los denominados Castelli romani, en las afueras de Roma.